El dormitorio armado en
living, en dos horas más estamos nadando en el mar.
El sol ya calienta. Por
las dudas tenemos las mayas puestas. Preparo el desayuno.
Llegamos a Las Grutas.
Lindas casas, departamentos con vista al mar, cabañas
hermosas, pueblo
pintoresco y fantasmal.
La calidez y la transparencia de las aguas permiten bucear y conocer una rica fauna marina. A unos 800 metros de la costa se sitúa el parque Submarino, el cual consiste en una restinga rocosa de unos 100 metros de extensión. También se puede practicar buceo en El Buque, 7 kilómetros al sur, y en Isla Mejillón, a 11 kilómetros en la misma dirección.
La calidez y la transparencia de las aguas permiten bucear y conocer una rica fauna marina. A unos 800 metros de la costa se sitúa el parque Submarino, el cual consiste en una restinga rocosa de unos 100 metros de extensión. También se puede practicar buceo en El Buque, 7 kilómetros al sur, y en Isla Mejillón, a 11 kilómetros en la misma dirección.
Desayunamos por segunda
vez, recorremos la difícil costanera, todas las calles son
contramano y en la calle
principal sobre el mar se puede andar solo a pie, para que no se
desmorone, la calle esta
construida sobre una de las famosas grutas que ha hecho el mar.
Hay pleamar, caminamos por
la arena, pero no nos metemos,
Sopla viento aun.
San Antonio Oeste, pueblo
más fantasma que el anterior, una vieja estación de trenes y
un viejo puerto dan
memoria de grandezas de pasado,
El barrio del ferrocarril
se mantiene prolijo y antiguo con sus fachadas todas iguales
desde que se inauguro.
Seguimos a Viedma
¡Ay!! Esta Leque, se
acostumbró a los desvíos y solita se mando para San Antonio Este,
más pintoresca, no la
forzamos a seguir, a veces la dejamos que haga lo que quiera.
Caminamos y juntamos
caracoles, caracolas, conchas, conchitas y hasta Pincén
encuentra unas estrellas
que me regala.
. Hace varias horas que no
vemos a otro ser viviente más que nosotros tres y las aves.
Solos en el mundo.
Hace días hubo
elecciones en el país, y todavía no sabemos que paso, tampoco nos
importo, ni nos preocupo,
da igual, el circo será el mismo, lo mismos payasos.
Ahora si vamos a Viedma,
tratamos de comunicarnos con Ramón, pero como no
contesta seguimos paseando
y conociendo.
Recorremos parte de Río
Negro y nos llama la atención una gran carreta, “La Pichona”,
bautizada así por su
tamaño, capaz de cargar 500 bolsas de cereales de 50 kg cada una,
está emplazada en una
plaza.
Cruzamos el puente para
Carmen de Patagones. Calles altas, pero muy altas, con
repechos que bajan
directamente al río en pronunciados barrancos.
Fundada en 1779,