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recorremos el corazón de la Republica Argentina y es así que llegamos a Ibatin atraídos por una cartilla de turismo, donde con bellas
Ibatín (Pueblo Viejo, Sitio Viejo o Tucumán Viejo) es el nombre del primer asiento de la ciudad de San Miguel de Tucumán, llamada en su acta fundacional: San Miguel de Tucumán y Nueva Tierra de Promisión, la cual fue fundada por el capitán Diego de Villarroel, el 31 de mayo de 1565
Ibatín, se encuentra en el departamento de Monteros a unos 64 Kilómetros de San Miguel de Tucumán. Ubicada sobre el río Pueblo Viejo en la salida sureste de la Quebrada del Portugués, pasando por los Valles Calchaquíes.
Sus tierras estaban habitadas por mercaderes, criollos, encomenderos y comunidades originarias de los pueblos Diaguitas, Tonocotés y Lules. La fertilidad de su suelo la transformó rápidamente en un lugar pujante con prospera actividad comercial basada en su producción agropecuaria y en sus industrias
Gracias a las riquezas de sus bosques de Cedros Tucumanos, Nogales, Algarrobos, Robles y Lapachos, se fabricaron las mejores carretas que eran comercializadas a todo el virreinato.
Sin embargo, como consecuencia de la segunda y tercera Guerras Calchaquí, producidas en 1630 y 1656, más las consecuencias del clima que produjo inundaciones anegando las viviendas y la propagación del paludismo signó la decadencia de la ciudad y se decidió el traslado después de 120 años de su creación.
El entorno del sitio histórico -ubicado a 10 kilómetros de la ciudad de Monteros- está constituido por una selva subtropical o yunga de una gran biodiversidad, propia del pedemonte de las Sierras del Aconquija. Por las orillas desciende el río Pueblo Viejo, antes conocido como El Tejar.
Aunque ahora estarían definidas unas cuatro manzanas del antiguo asentamiento, que hay que tratar de verlas con mucha imaginación entre todo el yuyerío y abandono, en su origen Ibatín se distribuía en un total de 49 manzanas. En la actualidad, gran parte de lo que fue la primera capital se encuentra cubierta de cañaverales basura y yuyos.
Observamos a la entrada un monton de placas de distintos municipios, instituciones y personajes puestas en homenaje a la primera ciudad.
Una gran oficina de turismo abandonada, vandalizada y ocupada por alimañas.
Cartelería borrada, destruída y sin mantenimiento.
Pero lamentablemente al leer las placas de la entrada vemos que el último acto fue hace sólo unos pocos años.
Entonces preguntamos a:
- al ovispo, clero secular, comunidades religiosas y fieles, que instalaron la cruz en homenaje a los primeros hombres que levantaron el templo de Ibatin,( podemos observar en la foto el pasto crecido y caballos atados en las cercanías)
al Ente Tucuman Turismo Gobieno de Tucuman, a Ente Cultural de Tucumán, a Ministerio de Desarrollo productivo, a Areas Naturales Protegidas de Tucumán que firman la cartelería que hay en el lugar
a todos aquellos que llegaron hasta el lugar a poner su placa recordatoria como :
la comuna de Leon Rouges
a la Comuna Rural de Rio Seco,
a la Municipalidad de Alberdi
a la municipalidad de Concepción
a la comuna Rural de Villa Quinteros
a la comuna Rural Pueblo de santa Rosa y los Hinojos
a la escuela Diego de Villarroel N° 7
a la Dirección Provincia de Turismo
a la Universidad Nacional de Tucumán
a la Municipalidad de Monteros
A la Municipalidad de Simoca a los señores Don Juan Luis Manzur, Jose Jorge Alperovich, Regino Nestor Amado, Sergio Mansilla y Mario Moreno ( que pusieron placa en el 2015)
y nuevamente Manzur como gobernador junto a Osvaldo Jaldo, Miguel Acevedo y Oscar Vega ponen otra placa hace solo unos pocos años en el 18
¿Por qué tanto abandono, dejadez, desidia, pereza, indiferencia, indolencia, descuido, desinterés, o desprolijidad?
Tucumán es bello por donde se lo mire.
Tiene un clima privilegiado para sus cultivos, la selva, la yunga, las costumbres,
¿Por qué no cuidarlo, preservarlo y homenajear a nuestros antepasados y nuestra historia como se lo merecen?
Respetemos la historia y su gente. Es nuestro deber preservar el rico patrimonio histórico, arquitectónico, cultural y turístico. No bajemos los brazos.