Cuándo se desprecia la historia y se olvida el pasado.
Bajando la cuesta del Totoral llegamos a la Cocha, Tucumán.
En viajes anteriores habíamos observado una extraña torre detrás de la estación de servicio.
Quisimos averiguar más sobre esa construcción y nos comentaron qué eran las ruinas del castillo del doctor Denis.
El doctor Denis, griego, casado y con hijas hizo construir su clínica neuropsiquiátrica en este lugar.
Ya el terreno del lugar era utilizado como campo Santo donde habían enterrado cadáveres durante la epidemia de cólera del año 1886.
Fallecieron sus hijas y su mujer que también fueron enterradas en este campo Santo.
Leyendas más, leyendas menos, cuentan que nadie puede ingresar al lugar .
Cómo nos gustan los desafíos fuimos a querer conocer y tomar fotografías. La huella al campo Santo estaba muy borradas y con pastizales ortigas y cardones que impedían el paso.
En un segundo viaje intentamos nuevamente visitar el campo santo del doctor Claudio Denis y dos bravios perros impidieron nuestro ingreso.
Cómo no hay dos sin tres, en una fría mañana de invierno volvimos a estacionar junto a la torre y ya con un buen equipo de botas altas de goma y machete en mano para abrir huella me dirijo al camposanto y una gran serpiente se hizo ver y escuchar, decidí abandonar la expedición.
Han pasado varios años ya, y hoy junio del 22 nuevamente pasamos por la Cocha, la torre ya no se ve.
La hermosa torre qué lucía estatuas en los descansos de la escalera, la cancha de tenis y la construcción de estilo medieval europea qué quedó a medio de construir ya no está más.
Aquí donde se realizaron los primeros festivales folklóricos, dónde alguna vez se montó el escenario de la fiesta nacional del tabaco, dónde se pensó convertir en museo, pese a la oposición de muchos pobladores terminaron de derrumbar la torre y lo poco que quedaba de la casa.