CHUG CHUG Geoglifos. Desierto de Atacama. Chile.
Los
geoglifos son un tipo de arte rupestre que consiste en el uso de la
superficie terrestre como soporte para la construcción de imágenes de
gran tamaño y visibles a larga distancia. Son una manifestación poco
frecuente en el mundo, con unos pocos ejemplos en Gran Bretaña,
Australia, Estados Unidos y la Península Arábiga, destacando ampliamente
a nivel mundial el desierto andino de Chile y Perú. Los más conocidos
son los de Nazca, que son Patrimonio de la Humanidad, sin perjuicio de
que tanto en Chile como en el Perú existen cientos de otros sitios de
geoglifos de similar valor patrimonial, que merecen atención y
resguardo.
Junto al Cerro Pintados en la Región de Tarapacá, Chug-Chug es uno de los dos conjuntos de geoglifos con más cantidad figuras en todo Chile y consta de un amplio repertorio iconográfico de motivos geométricos, animales y humanos: chacanas, diademas y círculos concéntricos se pueden apreciar a la par de camélidos, lagartos, aves, peces y otros animales representativos de los distintos pisos ecológicos del desierto (puna, quebradas y salares, pampa y costa). El conjunto lo completa una sugerente variedad de figuras antropomorfas, representadas con distintos tipos de técnicas, formas y grados de complejidad, con las cuales se evidencia que desde tiempos prehispánicos el desierto fue un espacio de gran diversidad social y cultural.
Estas
grandes figuras son el gran libro que nos heredaron los antiguos
atacameños, tarapaqueños y costeros que se movilizaron por el Desierto
de Atacama.
La
Fundación Desierto de Atacama trabaja en investigación, conservación y
puesta en valor de los geoglifos del norte de Chile, un patrimonio de
excepción a nivel mundial y que debemos preservar para las generaciones
futuras.
Si
bien las condiciones climáticas y geomorfológicas del desierto de
Atacama permitieron que la mayoría de estas figuras se pudieran
preservar casi intactas hasta nuestros días, a contar de la década de
los noventa se ha producido un gravísimo deterioro patrimonial
ocasionado por el ser humano, principalmente por tres vías:
Las actividades de turismo informal, cuyos efectos pueden verse en
los senderos peatonales que, sin ninguna planificación, han sido
trazados directamente sobre las figuras, así como también en las
distintas inscripciones elaboradas sobre éstas (sobrenombres, dibujos,
etc.), además de basura.
La instalación de torres de alta tensión para alimentar la actividad
industrial minera de la zona, con efectos directos y muy negativos
sobre el valor paisajístico del área.
El paso de rally motorizados que han dejado huellas imborrables sobre las figuras y sitios arqueológicos colindantes.
Con
el fin de enfrentar estas permanentes amenazas, como Fundación estamos
trabajando en la creación de un Parque Arqueológico para la
investigación, conservación y puesta en valor de la zona de geoglifos de
Chug-Chug, junto con el Consejo Autónomo Ayllus Sin Frontera, la
Comunidad Indígena Aymara de Quillagua y la Comunidad Indígena Atacameña
de Chunchuri. Conjuntamente con estas organizaciones hemos conformado
la Mesa Intercultural Parque Arqueológico Chug-Chug como plataforma para
sostener social y científicamente el proyecto y estamos solicitando al
Ministerio de Bienes Nacionales que declare el área Bien Nacional
Protegido.
Hemos
implementado un campamento de investigación y monitoreo permanente,
donde pernoctar y contar con los suministros básicos de subsistencia,
junto a un mirador para orientar a los visitantes sobre los contenidos y
el valor patrimonial del sector. Ambas estructuras son intencionalmente
livianas y desmontables, pensadas con el objeto de no afectar el lugar y
de cara a que en el futuro pueda implementarse una infraestructura más
consolidada, aunque igualmente respetuosa del entorno.
Conseguimos
que el área fuese considerada en la lista 2016 World Monuments Watch de
50 sitios patrimoniales emblemáticos en peligro a nivel mundial (a la
par de sitios de la envergadura de Petra en Jordania o el Parque
Chapultepec en México) y sumamos en este proceso el apoyo del Consejo de
Monumentos Nacionales. Paso a paso vamos avanzando en la defensa y
valorización de este frágil acervo del cual somos todos coherederos y
responsables de su preservación. fuente Fundacion desierto de Atacama