En esta lejana aldea enclavada en la parte mas alta de los
diez pueblecitos que compnen el departamento de Castro barros, allá en la costa
riojana, hay muchísimas historias.
Una pequeña aldea de unos 100 habitantes pero tan rica como
cada habitante que la componen.
Aldea de nueces, olivos y frutales.
Cabras y vacas
Vinos y grapas.
Aquí llegamos hace muchos años atraídos por una vieja foto
que vimos en blanco y negro de una construcción estilo gaudiana. Y si ahí fuimos
a buscar nuestra propia foto y su historia. Lo que no supimos, que su historia
se formaría de algún modo en nuestra historia en su entorno.
Descubrimos el Castillo de Dionisio,
aquella construcción que hiciera Dionisio Aiscorbe, aquel Santafecino que eligiera esta zona para desarrollar y dar a conocer su filosofía, construyo para ello “el señuelo” como él lo llamó.
El castillo como lo llamaban los lugareños. Aquel , que después de que Dionisio partiera en su último viaje quedara abandonado durante 5 años y como en el cuento de la Bella durmiente la maleza y las espinas trataron de ocultarlo.
Hasta que un día otro forastero, Pedro Fernandez llegara hasta él y lo puso en valor para transformarlo en su casa y mostrarlo para el turismo, explicando cada figura, su significado, su intencionalidad y el mansaje que Dionisio intento dejarnos.
Desde aquí también es posible realizar trekking a los distintos senderos del cerro de Velazco, a la cruz, la calera, los nidos de cóndores, los morteritos, incluso con luna llena y acompañados con clases de yoga y cuencos.
aquella construcción que hiciera Dionisio Aiscorbe, aquel Santafecino que eligiera esta zona para desarrollar y dar a conocer su filosofía, construyo para ello “el señuelo” como él lo llamó.
El castillo como lo llamaban los lugareños. Aquel , que después de que Dionisio partiera en su último viaje quedara abandonado durante 5 años y como en el cuento de la Bella durmiente la maleza y las espinas trataron de ocultarlo.
Hasta que un día otro forastero, Pedro Fernandez llegara hasta él y lo puso en valor para transformarlo en su casa y mostrarlo para el turismo, explicando cada figura, su significado, su intencionalidad y el mansaje que Dionisio intento dejarnos.
Desde aquí también es posible realizar trekking a los distintos senderos del cerro de Velazco, a la cruz, la calera, los nidos de cóndores, los morteritos, incluso con luna llena y acompañados con clases de yoga y cuencos.
Podemos comer un asado en Casa Rancho de Tuky Peralta o
incluso una cabeza guateada, ver como destila grapa o simplemente sentarnos en
la sombra a compartir unos mates con sus yuyitos serranos y llevarnos unas
nueces y unos dulces para el viaje.
También aquí en Santa Vera Cruz encontramos una Stupa
Pero , que es una Stupa?
Se trata de edificios religiosos que se crearon por impulso
de las distintas religiones que han ido surgiendo en India, como el jainismo o
el budismo. Es útil saber que la
voz "estupa" viene del sanscrito, uno de los idiomas
documentados más antiguos y el principal idioma religioso de la India: en esa
lengua no sólo significa "edificio religioso" sino también "lugar al que se
peregrina" por albergar en su interior algún tipo de reliquia importante para
tal o cual culto. Así que es habitual que los creyentes peregrinen hasta sus
estupas más importantes
la arquitectura de los estupas está cargada de simbolismo
religioso, un simbolismo sistematizado que hace referencia a los "cinco elementos cósmicos: la tierra, el agua, el fuego, el aire y el éter o "espacio"
tiene base cuadrada representa la tierra. La bóveda
hemisférica describe la parte celestial. La terraza simboliza la residencia de
los dioses. La luna creciente es la unión del cielo y de la tierra. Y por
último, los chakras o discos que coronan el mástil y, que a medida que ganan
altura, pierden superficie y representan los cielos sucesivos.
El simbolismo más popular es que la estupa, además de la mente del Buddha, también
representa su cuerpo:
Hoy convertidas en un símbolo multifuncional, un verdadero
tesorero de sabiduría sobre los fenómenos internos y externos, sobre el
universo, la naturaleza de la mente y sobre el camino que guía hacia el estado
del pleno desarrollo o iluminación.
Esta Stupa, ubicada en el pueblo de Santa Veracruz en La
Rioja, es producto de la iniciativa que tuvo Marcelo inspirado en los monjes
budistas del tibet, lo cual lo motivó a construirla siendo la quinta Stupa de
la Argentina y la única en la mitad Norte del país.
Ingresamos al predio por un pequeño y oculto sendero de
tierra pedimos permiso a los espiritus tocando la campana y la circunvalamos en
absoluto respeto