El Castillo de Dionisio, permanece oculto en la costa riojana.
La construcción, realizada por Dionisio Aizcorbe en los últimos años del siglo XX, fue en realidad su casa, que los lugareños comenzaron a llamarle “el Castillo”
Esta singular obra resalta enorme cantidad de objetos decorativos y las leyendas que representa cada uno.
Hoy ya no es tan difícil llegar, si bien no hay medios de transporte hasta el castillo, se conserva como uno de los puntos turísticos más atractivos del Norte Argentino.
La historia de este castillo comienza cuando Dionisio Aizcorbe decide abandonar la provincia de Santa Fe donde estuvo casado y tuvo 4 hijos, emprende un viaje por el país para reflexionar, meditar y disfrutar de la naturaleza. Primero se afinca en Tinogasta y luego llega hasta Santa Vera Cruz, aquí construye su casa alpina, la que un día comienza a forrar con piedras sobre piedras desde 1973.
Demoró unos 30 años en finalizar su obra
Aizcorbe recolectó durante décadas materiales de la región y, con sus propias manos, edificó una mansión de piedra que tiene un estilo único.
De esta manera, cada rincón de la propiedad es distinto y refleja mitos y leyendas que convivieron con su dueño hasta que falleció en 2004, a los 83 años.
Debido a que muy pocas personas sabían de la existencia y ubicación precisa del Castillo de Dionisio, esta curiosa vivienda permaneció cerrada y abandonada durante algunos años.
Pero, por fortuna, Pedro al igual que Dionisio, dejó su vida atrás, se despidió de Buenos Aires y se instaló en la mansión, rescatándola del olvido y poniéndola en valor que actualmente permanece abierta al turismo diagramó un circuito para que los viajeros puedan disfrutar el entorno con mayor facilidad incluso adaptando las pasarelas para visitantes con facultades disminuidas, cuenta con sistema de audioguía, sistema braile, sillas de ruedas, baño para discapacitados y todo lo necesario para que todos podamos disfrutar y apreciar esta maravillosa obra.
Esta famosa construcción de piedra está emplazada sobre un terreno montañoso, alejado de las grandes urbanizaciones, a 1.800 metros sobre el nivel del mar. Se recomienda traer todo lo necesario para pasar un día en la montaña, podrá tambiar hacer trequing, visitar los morteritos, nidos de cóndores, llegar a las cascadas o a la santa cruz
Para llegar desde la Rioja Capital, deberán hacer un viaje de 112 kilómetros hacia el norte, sobre la Ruta Nacional 75.
Finalmente, a pocos metros del pueblo Anjullón, será necesario tomar un desvío hacia el oeste, ingresar en la localidad de San Pedro y avanzar, durante pocos minutos, hasta Santa Vera Cruz.
Desde el casco histórico del pueblo mencionado, es posible iniciar diversos trekings que pueden durar entre 4 y 24 horas, según el sendero a elegir para llegar hasta la base del Castillo de Dionisio, que permanece abierto todos los días de 10 a 19. En esa franja horaria, los turistas podrán conocer:
• Las figuras de San Jorge y el Dragón, en plena lucha.
• Paredes de múltiples colores.
• Un Ave Fénix, que está acompañado de rosacruces y la Leyenda de Osiris.
• Sillones y muros de piedra, repletos de leyendas.
• Jardines con imágenes de Buda.
• Laberintos.
• Un barco vikingo.
• Un sistema de acequias, por donde avanza el agua.
