Paseando hacia el bosque nos encontramos con una gran curiosidad, una casa sin puerta
Esta curiosa casa sin puertas nos trae aparejadas mas historias de Carlos Gardel, quien según relatos de los vecinos viviera parte de su niñez ahi y la leyenda continúa.
Historia de una bala.
Fue en el accidente aéreo? O fue por celos de amoríos secretos.
Aquí un poco de los hechos
Que nos da pie en las largas conversaciones que mantuvimos con nuestros amigos uruguayos para aportar algunos datos de investigadores argentinos sobre el origen de Gardel y algunos pormenores de su vida, algunos no “tan santos”
El Zorzal Criollo visitaba del Chantecler, el Armenonville y otros célebres cabarets.
Aquí conoció a MADAME JEANETTE , en realidad su nombre era Giovanna Ritana que, junto a su esposo Amadeo Garesio, eran dueños del Chantecler. Venían de la isla de Córcega con sueños circenses. Garesio traía fama de trapecista. Como francesa en aquellos años, Giovanna no tuvo problemas en que la llamaran Jeanette, aunque siempre fue más conocida como “La Ritana”. Se dice que lo de Gardel fue amor a primera vista, el romance se acrecentó como un amor prohibido, Muchos años después, cuando el Chantecler caía bajo los golpes de la demolición, Enrique Cadícamo lo evocaría con su tango Adiós Chantecler: “De entre aquellas rojas cortinas de pana, de tus palcos altos que ahora no están, se asomaba siempre Madame Ritana, cubierta de alhajas, bebiendo champán.
En el Armenonville, es donde Carlos Gardel deslumbró por primera vez en dúo con José Razzano, en la fiesta de año nuevo 1914 a la Ritana
Cuando El Morocho cumplía 25 años salió de farra con sus amigos: el actor y cineasta Elías Isaac Alippi, Carlos Morganti, Pepito Petray, Pancho Martino y Abelenda. Y en medio de una farra paqueta en el Palais de Glace alguien propuso seguirla en el Armenonville. Una de las primeras versiones dio cuenta de que Alippi y un tal Serna se fueron a las manos por una cuestión menor y que la pelea siguió en la calle donde Gardel recibió un tiro en un pulmón. Pero según Oporto esa pelea fue una excusa armada por Garesio, el marido de Madame Jeanette, que hacia dos años sabia de los amoríos, en la avenida Del Liberador y Agüero fue la emboscada. Y el tirador fue Roberto Guevara, acompañado por Gregorio Gallegos de la Serna de los que algunos sostienen que eran parientes del famoso Che Guevara.
En el caluroso final de 1915, la vida del hombre que a esa altura ya pintaba como el máximo ídolo popular de la Argentina, pendía de un hilo. Los médicos habían dicho que la bala estaba en un lugar “muy difícil” del pulmón derecho, pero que por esas cosas de la ciencia y del destino, había esperanza de sobrevida. Así era el diagnóstico de los médicos que en la madrugada del 10 al 11 de diciembre que ese año atendieron de urgencia al Zorzal en el Hospital Ramos Mejía. Llegó vivo de milagro.
El balazo que esa noche recibió Carlos Romualdo Gardel no hay dudas que estuvo directamente emparentado con Madame Jeanette.
La noticia del intento de asesinato a Gardel fue corrió rápidamente y llegó al Comité del Partido Conservador de la avenida Pavón al 200, en Avellaneda, donde atendía a los amigos Juan Nicolás Ruggiero, gatillero del caudillo Alberto Barceló. Gardel y Ruggiero eran amigos y el Zorzal profesaba afecto, respeto y agradecimiento hacia él y a Barceló. fue Barceló quien le consiguió a Gardel los papeles de nacionalidad argentina para que pudiese actuar en París sin peligro a que las autoridades francesas lo metieran preso por desertor y lo obligaran a hacer el servicio militar. Semejante favor hizo que Gardel fuese una presencia infaltable en los actos del Partido Conservador donde se usaba amenizar los mitines con cantantes populares, como a su turno lo hacían Gabino Ezeiza o José Betinotti en los comités radicales.
Con Gardel todavía en el hospital y con un diagnóstico reservado, se planeo un operativo para vengarse del trapecista, según se cuenta el plan era, prenderle fuego al Chantecler y acto seguido devolver el balazo a su dueño. Pero a Barceló se le ocurrió una idea mejor. Comisionó a Ruggierito que se presentó ante Garesio acompañado por tres de sus mejores gatilleros. Esta versión, la podemos leer en el libro del historiador y periodista Adrián Pignatelli “Ruggierito, política y negocios sucios en Avellaneda Violenta 1920- 1930”, sostiene que Garesio ya tenía en marcha un nuevo plan para matar a Gardel. “Lo que pasó, ya pasó. ¿Vale la pena una guerra?”, arrancó Ruggierito dando a entender que si otra vez tocaban a Gardel, Barceló iría con todo. Y para cerrar el trato, aflojó las tensiones con un viejo dicho popular que acaso terminó de convencer al despechado marido.
Garesio firmó la paz y esa bala en el pulmón de Gardel sería en adelante parte de su leyenda. En los mentideros se afirmaba que la presencia de ese plomo tenía mucho que ver con la cadencia de esa voz única y de ahí el “cada día canta mejor”.
Después del accidente aéreo en Medellín, los médicos que hicieron la autopsia a Gardel encontraron la bala en su pulmon. Y se sospecho que la tragedia había sido disparada por una pelea dentro del avión. Pero finalmente se comprobó que no fue así, esa bala hacía 20 años que estaba en el cuerpo del inmortal, a raíz de aquel hecho de amor y sangre por una mujer.