martes, 20 de agosto de 2019

La Nueva Esperanza, los menonitas


Carros tirados por caballos, entre la gran polvareda que levanta el viento sobre las anchas calles de tierra
Hombres con traje y sombrero, y mujeres con vestidos largos, algunas con pañuelos en la cabeza, otras de sombreros claros con cintas, lilas, verdes o celestes. Todos visten de negro, es domingo, día de reunión. Hoy no se trabaja
Todos muy blancos, rubios, ojos claros como el cielo.



fotos de diaro digital prestada solo a modo ilustrativo, tengo muchísimas fotos y videos capturadas con su permiso pero con el compromiso de no publicarlas para poder preservar sus costumbres aunque si mantuvimos largas charlas
Día de liturgia, que se dicta en alemán antiguo, hombres por un lado, mujeres por otro, mientras los niños juegan afuera
Han cultivado prolijamente la tierra, mejor dicho la arena prolijamente, desmontaron el monte de caldenes y aquí cada uno tiene su casa, todas iguales, todas amplias con ventanas cubiertas por cortinas en forma de triangulo, carro afuera, con parabrisas y ruedas de Ford A, (ahora son de goma, antes eran de hierro o madera).
Muy creyentes, todos obedecen implacablemente. Creen en Dios y en el demonio de la misma forma
Todos cultivan las tierras, tienen sus ganados, comercializan leche, cremas y quesos. Los hombres trabajan en la industria metalúrgica.
Los niños van a la escuela, solo primaria y desde muy pequeños comienzan las tareas de campo. Hemos visto pequeños de 5 años soldando igual o mejor que un adulto, y niñas haciendo las tares domesticas o de campo de la misma manera que sus mamas
Integrantes de una secta cristiana anabaptista organizada por el sacerdote reformista holandés Menno Simmons entre 1536 y 1543 protagonizaron uno de los éxodos más prolongados de la historia. Anclados a su dogma, de tradición medieval, no aceptan el concepto de Estado ni otro libro que la Biblia, viven en colonias agrícolas a la usanza medieval y rechazan el confort. Son pacíficos y fueron diezmados por persecuciones, casi siempre motivadas por su negativa a alistarse en los ejércitos o cumplir reglas contrarias a su religión.
los primeros colonos se establecieron en La Pampa hace 30 años. Vinieron de Bolivia y de México para poder vivir bajo sus normas religiosas y sus costumbres sin interferencias, y hoy la comunidad tiene mas de 1.500 integrantes. La base de su economía es el autoabastecimiento –sin electricidad externa, aunque con la industria metalúrgica cuando los hombres ponen en marcha sus equipos de energía, las mujeres aprovechan y ponen sus maquinas de lavar ropa y cosen a toda velocidad con maquinas eléctricas, tienen además una actividad importante en trabajos rurales y pequeñas producciones de embutidos, muebles y molinos. Dentro del predio, un corralón de materiales provee a los miembros de la comunidad y a los vecinos de pueblos cercanos y también ahora hay un pequeño supermercado y hasta un restaurante para recibir a los turistas.
Corren los pequeños atraídos al ver nuestra casa camión que por cierto circulamos muy despacio, sonríen tímidamente, los varones se acercan, las niñas quedan expectantes más lejos pero también observan. Son ellos los que nos cuentan su forma de vida. Comenzamos a cobrar nuestro primer sueldo a los 18 y entre los 21 y 23 debemos casarnos y formar nuestras familias. No escuchan música, no tienen tv, ni distracciones. Algunos manifiestan que les gustaría conocer el mundo exterior, pero a la vez saben que aquí adentro están mucho mejor.
El celular lo usan algunos adultos solo como herramienta de trabajo para sus negocios con el afuera.
Patagonia pampeana, pequeños pueblos, grandes historias